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Mª Ángeles Díaz Barbado: "Mi pretensión es que el espectador se detenga"
por Lola Molina Publicado el 12 de Mayo de 2015

Del carácter intimista y reflexivo de Mª Ángeles Díaz Barbado (Granada, 1969) nos hablan las imágenes que, siguiendo la tradición de la `vanitas´ barroca, presenta en su décima exposición individual. La galería malagueña Isabel Hurley acoge dibujos, fotografías y objetos que cotidianamente acompañan a la artista y funcionan como metáfora del paso del tiempo y la fugacidad de la existencia.  Desde el título nos lo advierte: todo es nada.

Lola Molina.
La presente exposición es su tercera individual es esta galería y lleva por título `Nihil omne´, "todo es nada", ¿cómo decidió el título?

Mª Ángeles Díaz Barbado. El título surgió viendo un cuadro de Antonio de Pereda, que se encuentra en el Museo Kunsthistoriches de Viena. Estas palabras aparecen escritas sobre una mesa de madera representada en la obra. Esta exposición es como una revisión del género de la naturaleza muerta pero no es tanto algo consciente que yo quisiera hacer sino que ya había trabajado con ese tipo de imágenes, con objetos, con insectos, con nidos... Normalmente en mis exposiciones siempre ha habido alguno de estos elementos junto a otras obras que trataban de la naturaleza y el espacio, elementos que me interesan mucho. También hay objetos como los relojes de arena, la balanza, las copas, que estaban a mi alrededor, me llamaban la atención y con los que tenía ganas de hacer algo. De pronto todo empezó a enlazarse y pensé en hacer una exposición donde ese tipo de imágenes de naturaleza muerta tuvieran, por primera vez, el protagonismo absoluto.

L.M. ¿Podríamos calificar su trabajo de autobiográfico?

M.A.D.B. Mi trabajo es muy autobiográfico, aunque no de forma explícita. Pretendo crear imágenes que lleven a un determinado tipo de emoción o de sensación, o que generen un determinado tipo de pensamiento, que no necesariamente debe relatar la experiencia de la que yo parto. Que haya una distancia entre el acontecimiento concreto del que parte la idea y la imagen resultante. Creo que la imagen debe ser algo más amplio, que no se remita únicamente a esa circunstancia. Que tenga la capacidad de evocar desde un clima determinado sin ser demasiado descriptiva. Sí es verdad que hay un tema, como es el tiempo, que está y siempre ha estado muy presente en mi trabajo, y que aquí resulta muy evidente  a través de los relojes de arena, captados en el momento en que ésta cae, o las flores, que son frescas pero transmiten su fragilidad -de hecho, poco después de fotografiarlas ya estaban deterioradas-. En la exposición hay algo que está como a punto de desaparecer en cada una de las piezas y esa idea a mí me interesa mucho.
 
L.M. Vemos qué importante y meditada es la puesta en escena en su obra, así como el empleo de los fondos negros.

M.A.D.B. Llevo trabajando con fondos negros desde 1991, tanto en pintura como en dibujo y la mayoría de las veces también en fotografía. La elección del negro es algo consciente. Hay conceptos además del tiempo, tales como la oscuridad, el vacío, el silencio, que me interesan mucho. Por eso ese fondo oscuro, vacío, de silencio, en el que ubicar el elemento, cobrando éste el protagonismo absoluto, y permitiendo a la vez que el espectador pueda centrarse en los detalles.

Si te fijas yo trabajo con elementos -si exceptuamos los relojes,las copas y la balanza- frágiles, leves las flores, los insectos, incluso las uñas o cabellos en obras anteriores, que, situados en esas escenas oscuras, ganan un protagonismo que habitualmente no tienen.

L.M. Normalmente trabaja por series.

M.A.D.B. Casi siempre trabajo por series porque me interesa mucho la repetición de imágenes. Es como si dices lo mismo pero en un tono distinto. Me gusta crear variaciones a partir de un mismo objeto, como ocurre con las fotografías de las rosas rojas o las flores blancas, imágenes muy parecidas pero en realidad diferentes. Entre ellas se produce una variación determinada, un movimiento, y en ese movimiento se deposita, en parte, el contenido de la obra.

L.M. ¿Qué artistas o referentes han sido y son importantes para su carrera artística?

M.A.D.B. Referentes puede haber muchos pero quizá no basados tanto en la propia imagen como en el contenido. Y además provenientes de ámbitos distintos: la fotografía, la pintura, el dibujo, la literatura, que es algo que a mí me interesa muchísimo. En esta exposición se está hablando mucho de Zurbarán, de Sánchez Cotán. Me interesa y es evidente que están ahí, aunque no he creado estas obras pensando en ellos, aunque estéticamente conectan y también en la temática.

Sin embargo, a este respecto me gustaría hablar de algo que me parece importante. Aunque yo esté trabajando con un tema clásico, como es la naturaleza muerta, que ya de por sí habla del paso del tiempo y de la fugacidad de la vida, yo intento que esa visión sea desde el momento actual. Digamos que utilizo claves para crear ese discurso que no están tan presentes en esas naturalezas muertas clásicas, como los cristales rotos o las libélulas. Ha salido así y luego resulta que hay unas conexiones.

Por supuesto, el Barroco me interesa; me interesa muchísimo el Romanticismo, es una época que llevo tiempo estudiando y no deja de atraerme; la pintura de Friedrich...

También tengo referentes en el ámbito literario, ese tipo de relato que reflexiona acerca de la naturaleza del ser humano. Autores como Marcel Proust, Thomas Mann... Y otros más contemporáneos como Thomas Bernhard, en uno de cuyos textos me inspiré para una exposición titulada `Corrección´. Es decir, que para mí el arte tiene mucho de pensamiento. Por un lado son vivencias; por otro, hay referentes.

L.M. Para usted la relación entre literatura y arte es fundamental.

M.A.D.B. Sí, por supuesto. Creo que esa relación está en todo lo que hago pero creo que especialmente en los dibujos. El dibujo es, para mí, algo muy parecido a la escritura.


*Foto izq: `Nihil omne´ en la galería malagueña Isabel Hurley. Foto dcha: obra de Mª Ángeles Díaz Barbado expuesta en la galería Isabel Hurley, `Sin título IX´(2014)

L.M. El dibujo sería para algunos artistas como pensar a través de imágenes y es una constante en su obra artística. Me gustaría que me hablara del valor que el dibujo tiene para usted.

M.A.D.B. A veces para mí es complicado diferenciar entre dibujo y pintura. A veces sí hago obras que pueden asociarse a un medio u otro claramente pero otras veces están a medio camino entre las dos cosas. Es cierto que en mi obra siempre aparece la línea. Sería una forma, como dices, de pensar o de estructurar pensamientos o casi de contar historias, aunque algunos de mis dibujos son prácticamente abstracciones. He trabajado mucho con el espacio, como comentaba, y con referencias al paisaje, pero en otras ocasiones lo que hago es casi abstracción. En este caso están los insectos.

Cuando hago una fotografía, he pensado previamente qué objeto utilizar, etc, salvo que encuentre algo que me fascine y sea más directo, como cuando trabajo fuera del estudio. Generalmente trabajo la fotografía en el estudio, elijo el objeto que me interesa, planifico previamente la imagen, la iluminación, la pienso...aunque luego en una sesión pueden salir cosas que no estaban previstas. De alguna forma para mí la fotografía es más racional. Pero el caso del dibujo es diferente, pues tienes una relación muy directa con el papel, con el lápiz, con la línea. Hay una traslación directa de emociones o determinados pensamientos que se dan en ese momento. Para mí es un proceso más inmediato. Cuando dibujo mi pensamiento corre de manera paralela a la acción. El dibujo es muy directo, está guiado por el pensamiento.

L.M. Su obra posee un marcado carácter femenino, se percibe que su autora es mujer,  ¿cree que el arte hecho por mujeres tiene unas connotaciones especiales, un sello propio que se puede distinguir?

M.A.D.B. La verdad es que es algo que me han comentado en muchas ocasiones, "se nota que esto lo ha hecho una mujer". Hay factores -mi propia vida, mi manera de entender el arte- que condicionan mi trabajo y el resultado; y el ser mujer es uno más. Pero no pretendo hacer algo que hable de lo femenino o de mi condición de mujer.

L.M. La belleza de los objetos que fotografías nos es desvelada a través de sobrias y cuidadas composiciones con un uso exquisito de la luz. ¿Qué papel representa la belleza en su obra?

M.A.D.B. El tema de la belleza es importante en mi trabajo. Hablar de belleza en este momento quizá vaya un poco a contracorriente si pensamos en el arte que se hace ahora. Soy consciente de eso pero me parece importante defender mi postura y opción personal.

A mí me interesa mucho ese límite tan frágil que hay entre la belleza y la desaparición. Estéticamente, como  me comentabas antes, hay un afán de crear una imagen muy cuidada pero a la vez está presente esa idea de la imposibilidad de lo perfecto y ese reflejo de que algo absolutamente bello evoca también su desaparición. Es el carácter efímero de la belleza y de la propia vida, que en esta exposición representa, por ejemplo, la flor que se está deshaciendo o la caída de la arena... Esto no alude sólo a esos objetos sino a nuestra propia vida y ahí está el trasfondo de todo.

Antes me preguntabas por referentes. Hay un artista contemporáneo que me interesa muchísimo, que es Jan Fabre. Su interés por la perfección lo ha desarrollado en algunos trabajos y a mí me parece fascinante cómo lo hace. Esa idea de que puedes conseguir algo perfecto, absolutamente bello, pero sabes que está condenado a la desaparición, sea en el ámbito que sea, ese es realmente el tema de la exposición. Esto no es nuevo en mi trabajo pero digamos que ahora me he centrado en desarrollarlo.

Por ejemplo, las copas las he ido guardando según se rompían desde hace años, sin ninguna intención concreta. Pensaba "tengo que hacer algo con ellas" y de pronto, en este contexto, vi qué quería hacer con esas copas.

L.M. Entonces, hablamos de objetos a los que tiene una cierta querencia y han acabado por salir en su obra.

M.A.D.B. Exacto, ese es el proceso. No es que elija a priori sino que tengo objetos que me interesan, que me transmiten algo y siento la necesidad de utilizarlos para mi obra.

L.M. Me llamó la atención que su exposición trate sobre el concepto de la `vanitas´, que fue ampliamente tratado en el Barroco, precisamente ahora que vivimos tiempos complejos, al igual que pasaba entonces. Y que el tratamiento de su obra en este contexto complicado a nivel social, político, económico... sea tan depurado, concreto y austero.

M.A.D.B. Me parece interesante esa reflexión. Creo que estamos inmersos en un ruido constante.  Hay artistas que muestran estas cuestiones desde una obra que, precisamente, puede mostrar o reflejar ese caos. Mi opción es la contraria, la del silencio; no para mostrar lo que yo soy, aunque eso sucede, quieras o no. Me interesa que quien vea mis imágenes se detenga. Creo que hace falta verlas durante un tiempo; no son imágenes para ser consumidas rápidamente, que es algo muy actual. Soy consciente de que puedo ir a contracorriente en todo eso pero mi pretensión es que el espectador se detenga delante de, por ejemplo, los dibujos, porque no se ve exactamente lo que hay, y busque porque probablemente en la primera mirada no lo va a ver. Este juego es la manera opuesta a como nos estamos acostumbrando a ver las imágenes. Y lo mismo me sucede con la fotografía. Te pueden atraer en una primera mirada pero son imágenes para detenerse y pensar, para que a cada uno le llegue de una manera. Por eso ese espacio oscuro y silencioso donde cada elemento tiene una importancia y no se confunden unos con otros.

L.M. ¿Qué piensa de la saturación de imágenes en qué vivimos?

M.A.D.B. Todas esas imágenes nos crean una realidad muy banal, a lo mejor porque la realidad misma ya lo es. Todo el mundo muestra lo que hace, en Internet, parece que hay que verlo todo. Y yo lo que digo es que igual necesitamos un poco de silencio y oscuridad para tener consciencia de quiénes somos y lo que hacemos. Nos estamos acostumbrando a vivir muy rápido, a que todo suceda deprisa y casi no pensar nuestros actos. Yo defiendo la otra vertiente, la del detenerse, el vacío como medio para llegar al pensamiento.


*Dos de las trabajos que componen la exposición`Nihil omne´, en la galería Isabel Hurley. `Sin título XVI´ (izq) y `Sin título X´ (dcha), ambas del 2014.

L.M. Desde su labor docente en la facultad de Bellas Artes de Málaga, ¿cómo educa la mirada de sus alumnos?

M.A.D.B. Al margen de las cuestiones técnicas que pueda enseñar, intento que cada alumno encuentre su propio camino, más allá del conocimiento teórico y los referentes. Que cada uno piense de qué cuestiones quieren hablar con su obra y cómo hacerlo. Creo que es la labor fundamental. La relación entre idea e imagen, cómo se genera o estructura una obra. Enseñar a mirar no es fácil, se puede dar una formación, guiar, pero a partir de ahí también depende de cada persona, de la sensibilidad o talento de cada uno. Leer mucho, ver mucho, es importante, pero el talento y sensibilidad de cada uno también es muy importante.  Incluso, respecto a mi propio trabajo, cuando más me interesa es cuando me extraña o sorprende lo que estoy haciendo. No todo se puede explicar y esa vertiente me atrae.

L.M. Tengo entendido que en 2013 usted participó en el Festival Miradas de Mujer. En el siglo XXI, ¿aún necesitamos iniciativas de este tipo que reivindiquen un arte hecho por mujeres, aún no se sostiene por sí mismo?

M.A.D.B. Parece que no. he participado en distintas exposiciones de mujeres a lo largo de mi carrera y dentro de poco participaré en otra, en el MAD de Antequera. Yo me planteo cuánto nos sorprendería que se organizara una exposición sólo de hombres. Muchas veces sólo hay artistas masculinos en una exposición y no nos sorprende, lo vemos natural, sin ser necesario como planteamiento en sí. Con las mujeres artistas no sucede igual. Creo que eso lo dice todo. Mientras sea necesario estará bien que existan estas iniciativas que reivindiquen la dignidad de la mujer. Lo ideal es que no fuera necesario.

L.M. ¿En qué momento tuvo claro que quería dedicarse al arte?

M.A.D.B. Siempre me había gustado mucho dibujar. Era el momento en que me aislaba de todo y disfrutaba mucho. Otra cuestión fundamental fue la danza. Empecé a bailar desde muy pronto y le dedicaba muchas horas al día. Sentía que mi vida tenía que ir por ahí. Al principio compaginé los estudios de bellas artes con la danza pero llegó un momento en que tuve que elegir y me decanté por las artes plásticas. La danza ha sido importantísima en mi vida y me ha condicionado en muchos aspectos.

L.M. ¿Cómo llegó a encontrar su propio lenguaje artístico?

M.A.D.B. Cuando mi trabajo empezó a ser más personal, mi lenguaje giraba en torno al cuerpo y su presencia física a través de determinados residuos como el pelo, las uñas...Una idea del cuerpo que trascendía lo puramente físico e iba más a la reflexión sobre nuestra condición humana. La imagen del cuerpo fue poco a poco desapareciendo, probablemente a medida que yo me desvinculaba de la danza, pero quedaron unas imágenes que forman parte de mi lenguaje y provienen de esa época.

L.M. La danza fue determinante, entonces.

M.A.D.B. Estuvo presente en mi vida durante mucho tiempo y después dejó una huella muy importante. En mi propio cuerpo y también en la manera de defender el arte. Te hablaba antes de Jan Fabre, que además de dibujos hace intervenciones, teatro... A mí me sigue interesando mucho todo ese mundo. Y también está presente como formación, pues te crea una disciplina de trabajo muy estricta.

Después han ido entrando otros elementos como son el espacio, la naturaleza, etc, que se han ido incorporando poco a poco.

L.M. ¿Qué proyectos tiene a la vista?

M.A.D.B. Lo más inmediato es la exposición colectiva que mencioné antes, en el Museo de la Diputación de Antequera (MAD). Hay otro posible proyecto pero aún no está cerrado.

Con respecto a mi obra, creo que la idea que he trabajado en esta exposición aún permite un desarrollo más extenso e incluso puede dar lugar a distintas series a partir de lo que he presentado en la galería Isabel Hurley y me gustaría continuar para ver hasta donde puede llegar. Otro proyecto que me interesa mucho y seguramente en algún momento desarrollaré, será una exposición que esté muy vinculada con la literatura. Ligada a la que ya hice bajo el título de `Corrección´, basada en el texto de Bernhard que mencionaba antes.

L.M. Como artista fue beneficiaria de una beca Iniciarte y es profesora en la facultad de BB.AA de Málaga. ¿Qué opina de la evolución vivida en Andalucía a distintos niveles?

M.A.D.B. Evidentemente la crisis ha hecho su labor. Han cerrado galerías, ayudas que han desaparecido, pero tampoco antes de la crisis había una estructura lo suficientemente sólida, no sólo que apoyara el arte que aquí se hace, que creo que es mucho y de calidad, sino también que supusiera una plataforma que contribuyera al intercambio con otros contextos, nacionales e internacionales. No podemos apoyarnos sólo en las instituciones, evidentemente. Es algo complejo y debe hacerse entre todos. En este país en general, no sólo en Andalucía, queda mucho por hacer.

PRESENTE CONTINUO - Sevilla (España) - 2015 - ISSN 2444-5231
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