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DE SEVILLANAS MANERAS: NUEVA LECTURA DE LO COTIDIANO
por Aurora Muñoz Publicado el 04 de Noviembre de 2015

IGNACIO TOVAR - OCAÑA - JUAN DEL JUNCO - JOSÉ MIGUEL PEREÑÍGUEZ - NAZARIO - PATRICIO CABRERA - JOSÉ ANTONIO REYES - MARÍA ALCAIDE - MANUEL ZAPATA - ANTONIO BARAHONA - THE RICHARD CHANNIN FOUNDATION - MARIAJOSÉ GALLARDO - SUSANA IBÁÑEZ > Idiosincrasia sevillana y otras mitologías
Comisaria > Patricia Bueno del Río
 
Espacio El Butrón - Sevilla
Hasta el 13 de noviembre de 2015

Sevilla. Al mismo tiempo católica, árabe y judía. Siempre en feria, perfume de azahar, la Giralda y su cuerpo de campanas siguen llamando a misa, el color intenso del albero de la Real Maestranza, una cola infinita de nazarenos, el flamenco y el cante jondo, el olor a incienso y a adobo, coches de caballo, tascas con tanto encanto como serrín en el suelo, el puente y la Esperanza de Triana, el río Guadalquivir y la Torre del Oro vigilando desde la orilla. Para muchos, quizá, un poema, para otros, una escena pintoresca y característica de la capital hispalense.

Todos seguro que visualizamos el toro o la flamenca encima del antiguo televisor de la salita de algún familiar, las cuantiosas figurillas de porcelana adornando la vitrina del salón o los paños de croché sobre el sillón orejero. En muchos casos, estos objetos han evolucionado hacia una estética kitsch. Sin embargo, cada una de estas piezas simbolizan, de alguna manera, nuestras costumbres y tradiciones. En ellas se halla impresa la esencia de nuestras raíces.  Las festividades, la música, las costumbres y tradiciones populares, constituyentes de formas relevantes de expresión de la cultura y de modos de vida de un pueblo, en este caso el andaluz, se han convertido en objeto de tratamiento e investigación, en algo de tanta importancia para la sociedad que, desde el año 2007, se reconoce y se protege como Patrimonio Histórico.

El espacio El Butrón acoge hasta el 13 de noviembre una pizca de Sevilla, la exposición colectiva ‘Idiosincrasia sevillana y otras mitologías’ de Plan Renove y comisariada por Patricia Bueno del Río, donde se exhibe la obra de 13 artistas: Ignacio Tovar (Castilleja de la Cuesta, Sevilla, 1947), Ocaña  (Cantillana, Sevilla, 1947-1983), Juan del Junco (Jerez de la Frontera, Cádiz, 1972), José Miguel Pereñíguez (Sevilla, 1977), Nazario (Castilleja del Campo, Sevilla, 1944), Patricio Cabrera (Gines, Sevilla, 1958), José Antonio Reyes (Olivares, Sevilla 1976), María Alcaide (1992, Aracena, Huelva), Manuel Zapata (Sevilla, 1991), Antonio Barahona (Sevilla, 1984), The Richard Channin Foundation (Miki Leal, Sevilla, 1974; Juan del Junco y Fernando Clemente, Jerez de la Frontera, Cádiz, 1975), Maríajosé Gallardo (Villafranca de los Barros, Badajoz, 1978) y Susana Ibáñez (Sevilla, 1981).

Plan Renove, el proyecto que debutó en el 2014 en las inmediaciones de la plaza del Pumarejo, será este año un proyecto itinerante que recorrerá varios espacios artísticos sevillanos. La primera parada se ha realizado en El Butrón, quedando  inaugurada la temporada en esta sala cultural que apuesta por jóvenes comisarios y artistas. Además, Patricia pasará a formar parte del equipo del nuevo espacio, creando proyectos que renuevan el aire de la ciudad. En la muestra se pueden apreciar detalles, objetos, elementos propios de la capital o estructuras que podemos encontrar distribuidas por ésta y que le otorgan identidad. Pero no estamos ante una exposición convencional donde se muestran retazos de nuestras tradiciones. La esencia de ésta reside en el ángulo de visión desde la que está tomada, una perspectiva distinta que hace que le demos otro significado a algo a lo que estamos acostumbrados a ver habitualmente: bullas, pasos de palio, nazarenos o, sencillamente, hileras de ropa interior secándose en las azoteas. Durante la visita se palpa la ironía, la guasa y el sarcasmo, sin pretender ridiculizar o burlarse de los tópicos y estereotipos de la ciudad-mito.

Se aprecian diversas disciplinas como el dibujo, la pintura, el video o la instalación. Una de las primeras obras que podemos observar en el espacio pertenece al artista Juan del Junco, una fotografía de grandes dimensiones en la que aparece él mismo junto a sus compañeros fundadores del colectivo ‘The Richard Channin Foundation’ -Miki Leal y Fernando Clemente-, disfrazados de cazafantasmas. También se puede ver expuesto, obra del trío artístico, el mítico cartel de la Sala X. Seguidamente, destaca una maqueta original de la Portada de la Feria, obra de Patricio Cabrera. Ésta consigue reflejar ese aspecto monumental característico de Sevilla, en la que se representa cada año algún monumento, edificio o acontecimiento importante, relatando la historia de la ciudad. A modo de documentos testimoniales, encontramos expuestos una serie de carteles anunciadores de las Fiestas de Primavera de Sevilla que, pocos meses antes de la llegada de ésta, adornan los escaparates de las tiendas y bares de los distintos barrios -incluso en las tabernas más añejas los coleccionan desde finales del siglo XIX-.

El único video de la exposición, obra de José Antonio Reyes, reproduce con clara intención irónica la faena de un torero que lidia en el ruedo con lo que debería de ser un toro. La dosis de humor la aporta la gran ausencia del animal, que no aparece en la filmación gracias a la manipulación de la imagen. Con su trabajo da forma a la polémica que levantó ampollas hace unos años, cuando amanecíamos con la noticia de que la comunidad catalana prohibía los toros. Lo mismo ocurre con sus dibujos realizados en tinta china -también expuestos- en la que se muestra la figura del torero solitaria y descompensada. Bajo el nombre de ‘Toreo de salón. Un proyecto para Cataluña’, las piezas de este artista invitan a la reflexión: ¿Quién es el protagonista de la fiesta taurina, el toro o el matador? ¿Hasta qué punto defendemos los ciudadanos la incoherencia y la barbaridad?

En las obras de Barahona se admiran parajes sevillanos pintados como lo hicieran los artistas paisajistas del siglo XIX, al puro estilo de Sánchez Perrier. Contrarrestando con el estilo clásico, destacan estructuras contemporáneas como el puente del Alamillo, la remodelada Alameda de Hércules o la Torre Pelli. Símbolos arquitectónicos actuales e idiosincrásicos de la capital hispalense aparecen representados en unos marcos recargados, haciendo que desentone aún más si cabe el contenido con el contenedor.

Mariajosé Gallardo aporta una vez más su inconfundible estilo con cuadros de temática religiosa y filosofía barroca en la que aparecen varios curas y sacerdotes, relicarios, un crucifijo, objetos vinculados a lo sevillano y propios de la iconografía de las vanitas. Una pintura de Pereñíguez muestra una puerta color albero con elementos que aluden a los atributos de la Pasión visibles en las cruces de guía o en los guiones corporativos de las cofradías, como el cáliz, los clavos o las tenazas. También se puede observar un abridor de cerveza, un disco partido o un cordón trenzado que alude a los que portan los hermanos en los cultos de alguna hermandad o el día en que ésta procesiona. Susana Ibáñez nos hace recordar con sus seis cuadros el lagarto que pende del techo de una de las naves del Patio de los Naranjos de la Catedral de Sevilla, según cuenta la leyenda, regalo del Sultán de Egipto al rey Alfonso X.

También forma parte de la muestra la polémica portada que ideó Nazario para una revista especializada en música rock dedicada a Lou Reed y ‘The Velvet Underground’ y de la que el cantante se apoderó unos años más tarde para el vinilo titulado ‘Take no prisoners’ (1979). En aquella famosa portada aparece un individuo luciendo la moda de los años setenta: la chupa de cuero, las medias de rejilla y encaje, los estampados psicodélicos y las botas de “chúpame la punta”.

Como obra inédita destaca una sanguina del reconocido artista Ignacio Tovar nunca antes expuesta. Este autor pertenece al elenco de artistas sevillanos que apostaron por romper con el academicismo y abrieron a su vez la puerta de la modernidad en una ciudad por la que no pasaba el tiempo. En el dibujo se muestra a un hombre con una camiseta del monstruo de las galletas que se oculta tras la portada del ABC en el que aparece el rostro de la Virgen de la Macarena en conmemoración de su aniversario. De esta forma se crea una analogía entre el famoso personaje de Barrio Sésamo y la venerada imagen de la Esperanza -del cual el artista es devoto-, enfrentando dos representaciones nada semejantes.

El “pintor de la movida”, Ocaña -desaparecido de forma trágica- fue un icono de la cultura transgresora en los años de la transición y representante de la libertad tan ansiada en aquella época. En la exposición se muestran los dibujos de la serie titulada ‘Viaje al final de la tierra’. Trabajaba a menudo con temas religiosos relacionados con Sevilla y realizaba performances. Incluso participó en el primer carnaval de la Alameda donde, con motivo de su fallecimiento, su amigo Nazario le rindió un homenaje diseñando una cerámica en la fachada de la Casa de las Sirenas. Salvando las distancias temporales ocurre algo parecido con la obra de Manuel Zapata. En sus obras expuestas se observa un claro predominio del color frente al dibujo y una fuerte influencia del Pop Art. Unas vírgenes envueltas de color rosa evocan a la representación de divino y lo humano.

Han pasado ya 23 años desde que se celebrara la Exposición Universal de Sevilla. Los recuerdos y souvenirs de aquel acontecimiento -pines, pegatinas, chapas, llaveros, etc.- volvieron a ver la luz siete años después de la clausura en una exposición, constituida por más de 5.000 objetos pertenecientes al coleccionista Narciso Rodríguez, en el Aula de Cultura del Centro Comercial ‘El Mirador’. En la muestra que comisaría Patricia Bueno del Río también se ha rendido un pequeño homenaje, en forma de cerámica, a la famosa Expo 92, aquella que marcó un antes y un después en la capital.

La instalación de María Alcaide, unas bragas tendidas en un cordel, juega con la función de los objetos que varían dependiendo del contexto en el que se hallen, la materialidad de lo cotidiano elevado a un terreno casi religioso. Y es que no hay nada más cotidiano que hacer la colada.

Además, el día de la inauguración se realizó una performance en la que un nazareno -cuya túnica llevaba volantes-  llegaba a El Butrón como si estuviera realizando la estación de penitencia. Una vez dentro, comenzó a fustigarse con una especie de soga, representando de alguna manera la penitencia y haciendo uso de los elementos más pasionarios de nuestras tradiciones, volviendo una vez más a los tópicos que como a aquel nazareno, nos envuelven.

«En esta exposición hay más que obras. Hay símbolos», señala la joven comisaria. Ninguna de estas obras han sido creadas ex profeso para la ocasión. En la muestra participan una serie de artistas contemporáneos pertenecientes a varias generaciones. Entre los más veteranos destacan Nazario e Ignacio Tovar, y entre los más jóvenes María Alcaide y Manuel Zapata. Todos los autores presentes en la muestra tienen como nexo común la inclusión en su repertorio artístico de algo relacionado con la ciudad de Sevilla. En algún momento de sus trayectorias -e independientemente de sus motivos, ideales y creencias- quisieron plasmar de alguna manera nuestras tradiciones, reflexionando desde la sátira sobre nuestras costumbres, aportando de este modo una visión diferente y sarcástica, estableciendo nuevas lecturas de lo cotidiano.

Y al fin y al cabo eso es Sevilla, una ciudad con salero y contrastes en la que convive una mezcla extraña, pero a la vez atractiva, de aire inmemorial y tintes contemporáneos.


PRESENTE CONTINUO - Sevilla (España) - 2015 - ISSN 2444-5231
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