GONZALO SICRE > Géneros en la pintura
Galería Trama - Barcelona
Hasta el 19 de enero de 2015
En su exposición ‘Géneros en la pintura’, en la galería barcelonesa Trama, Gonzalo Sicre (Cádiz, 1967) nos muestra un estudio concienzudo de la esencia de la pintura a través de sus géneros tradicionales.
En la muestra encontramos escenas interiores en las que se representan espacios cotidianos, tal vez un rincón de una habitación o un pasillo; espacios secundarios que podrían pasar desapercibidos pero que, sin embargo, Sicre decide traer al primer plano para convertirlos en protagonistas. No aparecen personajes en ellos, no se pretende narrar una historia, sino más bien sugerir una posibilidad. Son como decorados de un teatro del que se han extraído a los actores. No se sabe qué ha pasado, o qué puede pasar. A este pintor de origen gaditano afincado en Cartagena, siempre le han interesado los lugares de tránsito, las escenas vacías, los personajes que esperan o que van de un lugar a otro; escenarios en los que se intuye una acción que nunca llega a llevarse a cabo, manteniendo así un perpetuo estado de latencia.
«[…] no trato de contar historias. Pinto y que cada cual termine lo que yo he empezado. Estoy más pendiente de la luz, de la composición. Me atrapa la imagen, la atmósfera que no se ve y que casi no se puede pintar, pero se intenta. Intento pintar lo que no se ve pero está ahí.»1
Al enfrentarnos a estos cuadros nos encontramos a nosotros mismos en el lugar de un observador silencioso y reflexivo. El artista analiza la luz y recrea la atmósfera a través de un sinfín de pinceladas de colores sobrios, sin grandes contrastes cromáticos, sacando el máximo partidos a los distintos matices, de una forma tan sutil pero vibrante a la vez, que parece el resultado de un profundo estado de contemplación.
La luz juega un papel fundamental en la obra de Sicre. En este caso, es la luz la que modula el espacio, haciendo visibles unos elementos y dejando otros en la penumbra, cargándolos de emotividad y misterio. No se trata de una luz objetiva, que baña toda la escena por igual, sino de una luz con una direccionalidad clara y definida, como la de los focos de un decorado de cine o teatro, que dirige la mirada del espectador hacia un punto concreto. En la pintura metafísica, a menudo aparecen sombras de objetos que están fuera de la escena, de forma que lo representado va más allá de los límites del propio lienzo. De forma similar, en los interiores de Sicre, el foco emisor de la luz nunca aparece en el cuadro, pero forma parte de él, lo define y lo completa.
Pero Sicre va un paso más allá en la ampliación de los límites del cuadro. En el fondo de estas escenas interiores aparecen cuadros colgados en la pared, que casi pasan desapercibidos en medio de la penumbra. De esta forma confluyen los distintos géneros de la pintura: nos encontramos un bodegón tras el cual aparece una marina, o un interior en el que encontramos un bautismo de Cristo. Son éstos los cuadros que Sicre vuelve a pintar, sacándolos de su contexto y reproduciéndolos primero en su tamaño real, y después a una escala mucho mayor, enfrentándose así al mismo motivo de tres formas distintas. En el montaje de la exposición se han colocado estas tres “versiones” del mismo cuadro consecutivamente, llevándonos desde el contexto al detalle, como si pudiéramos hacer zoom y ampliar la imagen, acercarnos a ella y observarla en detalle. Sicre reproduce esta acción de “ampliar” que nos es tan familiar, que llevamos cabo día a día en nuestras pantallas de forma rápida y fácil, pero él lo hace a través de la pintura, un medio tradicional, y de forma meticulosa, pincelada a pincelada, copiándose a si mismo y profundizando en este análisis continuo acerca de la realidad pictórica.
1 Extracto de la entrevista realizada a Gonzalo Sicre por Paula Achiaga para El Cultural con motivo de su exposición ‘Los géneros en la pintura’, 11/12/2014