El escenario escogido para llevar a cabo la exposición `Los ojos del tiempo´ es el Castillo de Santa Catalina, en la playa de La Caleta; una fortificación del siglo XVI mandada construir por el rey Felipe II y realizada bajo las órdenes del ingeniero militar Cristóbal de Rojas. Los muros de este antiguo baluarte acogen esta muestra colectiva, dividida en bloques temáticos, donde varias colecciones dialogan con la historia de una ciudad milenaria; Cádiz.

El título de la exposición pertenece a una novela homónima de Fernando Quiñones, escritor gaditano que quiso plasmar una conversación mantenida con un pescador de la bahía, quién rememoraba en un alarde de sabiduría popular, buena parte de la historia de su tierra.

En este significativo entorno surge, de la mano de Guillermo Paneque (Sevilla, 1963), un artista que en esta ocasión ejerce de comisario y al que le gusta hacer los límites entre etiquetas, la creación de una muestra histórica que, huyendo de convencionalismos, tiene la particularidad de estar concebida con una cronología inversa. Mediante el ejercicio de evocación al pasado -a través de la puesta en escena de objetos y restos arqueológicos-, y la incorporación de obras de arte contemporáneas, se articula esta exposición donde se palpa la simbiosis existente entre las piezas expuestas. Cada una de ellas, sacada de su contexto, complementa a otra aún perteneciendo a distintas épocas. Éste es uno de los puntos que más le interesaba a Paneque en el momento de plantear el proyecto, que los propios gaditanos y visitantes interpretaran nuevas lecturas entre lo actual y lo antiguo.

La colección perteneciente a los bilbaínos Fernando Meana y María Victoria Larrucea es, sin lugar a dudas, una de las mejores colecciones de arte contemporáneo de nuestro país. Ésta, junto con el préstamo de obras de museos e instituciones privadas de la ciudad, se aúna con restos antiguos para materializar siglos de historia y arte que llegan hasta nuestros días con el propósito de crear vínculos.

Más de 50 trabajos de reconocidos artistas, entre ellos Santiago Sierra, Juan Muñoz, Federico Guzmán, Robert Mangold, Vik Muniz o Guy Limone, son expuestos conformando una dilatada visión que ofrece, a su vez, la posibilidad ilimitada de creación de significados. Un relato panorámico, cargado de analogías, que parte del presente para comprender el pasado con el fin de que artistas y objetos exhibidos en este recorrido interactúen produciendo nuevas percepciones y sentidos.