PATRICIO CABRERA > Aquí hay dragones
Comisario > José Yñiguez
Casa de la Provincia - Sevilla
Hasta el 10 de Abril de 2016
Hoy en día existen avances tecnológicos necesarios como para no pasar por alto ningún rincón del mundo. A pesar de lo que muchos podrían pensar, existen aún muchos lugares de nuestro planeta que no han sido conquistados por el hombre. En la antigüedad lo desconocido causaba temor, por lo que era frecuente que los cartógrafos marcaran las regiones desconocidas o poco investigadas de los mapas con frases temibles como `Aquí hay dragones´. De este modo lo extraño recibía su correspondiente etiqueta y de alguna forma aliviaba el miedo entre los habitantes de una comarca.
La Casa de la Provincia de Sevilla acoge la muestra `Aquí hay dragones´ de Patricio Cabrera (Gines, Sevilla, 1958). Esta exposición se despliega como un viaje a lo desconocido, una aventura hacia territorios inexplorados en el que encontraremos más de cuarenta obras distribuidas en tres salas. La primera de ellas, la Sala Triunfo titulada `Rio de Janeiro. Região dos Lagos´ alberga la obra que el artista ha realizado en Brasil entre 2011 y 2015. Podemos observar algunos elementos simbólicos que hacen de guía al público. Nos recibe un cuadro en el que contemplamos unas manos que enmarcan un idílico paisaje playero. Seguidamente una pintura, que recibe el nombre de `Esta isla´, nos muestra una barca flotando sobre un mar reposado, invitando sutilmente a adentrarnos en el viaje que emprendió el artista. De esta forma, Cabrera sugiere al espectador el inicio de un recorrido por sus pinturas en el que el visitante tiene la oportunidad de introducirse en su particular mundo e interpretarlo libremente. Dedica unas obras a Araçatiba, situada en La isla Grande, una isla de Brasil situada en la bahía del mismo nombre, frente a la costa del estado de Río de Janeiro. En ellas refleja la belleza y el colorido azafranado de sus atardeceres o el azul intenso de sus noches.
Además de estos paisajes de ensueño, donde predomina la viveza del cromatismo empleado, forman parte de la exposición algunas pinturas donde fusiona el arte figurativo y la abstracción. Un ejemplo de ello son `Curioseando por ahí´, donde una serie de formas geométricas se abren paso entre el firmamento, `Las noches al raso no tienen estrellas´, en el que dos puertas se abren al cielo y los astros se vuelven flores o `La casa vecina´, donde se representa en la franja inferior del cuadro el interior de un hogar y en la parte superior una estructura formada por numerosas figuras geométricas.
La distribución de las obras en cada una de las salas no sigue ningún orden cronológico. La segunda, titulada `Sevilla, Tíjola, Cazalla de la Sierra´, muestra cinco grandes cuadros realizados en esos tres municipios entre 1985 y 1994: `Cuatro visiones del mar´, `Cuatro paisajes´ o `Flor´ son algunos de ellos.
`Gines, El Ejido, Valencina de la Concepción, Tiscamanita, Madrid, Málaga, Roma´, la tercera sala, alberga 32 piezas realizadas entre 1993 y 2011 en las que plasma sus viajes y experiencias. Las obras son de gran formato. El color está muy presente en ellas. No busca una paleta perfecta de colores entrelazados, pero el resultado final son obras muy armoniosas que hablan de sus vivencias en los diferentes lugares que ha visitado, ya sea por circunstancias personales o profesionales. A través de una pincelada cercana a lo expresionista representa elementos orgánicos cada vez más desarrollados y fusiona en un mismo plano lo figurativo y lo abstracto en un lenguaje pictórico muy característico, buscando la confusión y el desconcierto. Surge de este modo un vínculo especial entre la pieza y el visitante que la contempla. `Paisaje absorbido´, `Vive el agua tan lejos´, `Dicen las plantas´, `Cuando cuento las semillas´ o la serie `El cielo cabeza abajo´ son algunas de las pinturas que se muestran en esta última sala. En ellas aparecen representados paisajes fantasiosos donde destacan la flora, la botánica, lo vegetal, las flores y raíces, agua y barcas combinados con detalles irreales e imaginarios. Patricio Cabrera recupera recuerdos de lo vivido y los transforma en experiencias visuales desbordantes de color y energía.
La exposición más ambiciosa, al menos en número de obras, de una de las figuras más interesantes de las artes plásticas de los años ochenta podrá visitarse hasta el 10 de abril. Un total de 69 piezas, cedidas por coleccionistas particulares o centros importantes como el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla, sugieren al espectador el inicio de una aventura por sus dibujos y pinturas de indudable carga enigmática y simbólica, reunidas en una gran retrospectiva que acapara un abanico temporal de 30 años. `Aquí hay dragones´ propone, a modo de “lluvia de imágenes”, una profunda peregrinación por el trabajo del artista en la que encontramos obras nunca vistas en la capital hispalense.