Durante los meses de abril y mayo se puede visitar en la Galería Alonso Vidal de Barcelona ‘La luz de las horas’, la última exposición individual de Fernando Molero (Granada, 1961). En la muestra se puede ver una selección de su obra pictórica de los últimos años (2010-2015) en la que el artista hace un prolongado estudio acerca de la luz y el espacio en la pintura.

En los lienzos que conforman la exposición, la luz no aparece como elemento representativo o descriptivo, sino que se trata de una luz simbólica, que el autor dirige y modula para definir la estructura del cuadro. Los destellos hacen visibles personajes solitarios, o dejan entrever estructuras arquitectónicas que surgen en medio de espacios dramáticos de profunda oscuridad. En otros casos, las pinceladas luminosas configuran retículas a base de la repetición de pequeños elementos, que se organizan en torno a un foco de luz central.

El resultado es una serie de escenas de contrastes sugerentes e inquietantes. En palabras del artista: «Mi propósito no es otro que invitar al espectador a acercarse a mi trabajo como si iniciara un recorrido por un planeta desconocido, surcado de paisajes desconcertantes en los que se funde la inquietud con la calma; el aire con el agua; las siluetas misteriosas y lejanas con la luz de la vida. Si consigo transportarle a un reino sutil, muy por encima de la razón, que permanezca en sus retinas largo tiempo después de la contemplación del cuadro y funcione como espejo del alma, mi objetivo está cumplido».

Esta es la primera exposición individual en la Galería Alonso Vidal del artista granadino, que vive y trabaja entre Barcelona y Nueva York, y que ha realizado exposiciones individuales en España y Estados Unidos desde 1994.