Cuando un grupo de personas se forma y crece en el mismo entorno, nacen vínculos indiscutibles y conexiones que son prácticamente imposibles de eliminar a pesar del tiempo. Eso mismo se respira en el ambiente de la sala del Centro de las Artes de Sevilla (CAS). Aunque a priori no encontremos coincidencia aparente entre las obras expuestas, si comenzamos a indagar en la producción de los distintos artistas descubriremos multitud de “casualidades” que nos llevan a un punto común: la geometría.

Pero ¿qué ha ocurrido para que creadores con personalidades tan dispares y con trayectorias tan diferentes hayan llegado a tratar en sus obras la misma cuestión, abordada de distinta manera? Nada sucede por azar.

Y es que la mayoría de los artistas presentes en ‘Veo/Geo’ han tenido y tienen relación entre sí, tanto de amistad como a nivel profesional. Comparten muchos recuerdos que han dejado huella -y seguro lo seguirán haciendo- en la creación contemporánea. Ramón David Morales (Sevilla, 1977), José Miguel Pereñíguez (Sevilla, 1977), Pablo Martínez Conradi (Sevilla, 1978) y Fernando Clemente (Jerez de la Frontera, Cádiz, 1975) comparten estudio, al igual que ocurre con Irma Álvarez-Laviada (Gijón, 1978) y Miki Leal (Sevilla, 1974) –junto a Francisco Olivares, FOD, en Madrid-; otros han expuesto conjuntamente, como es el caso, por nombrar un ejemplo, de  Norberto Gil (Sevilla, 1972) y Miki Leal en el año 1998 en la Galería Marta Moore (posteriormente, Isabel Ignacio); o incluso han alumbrado proyectos artísticos, como la Richard Channing Foundation -Fernando Clemente y Miki Leal, junto a Juan del Junco-, o ‘Sala de eStar’ -Ramón David Morales, junto a otros nombres, como Mariajosé Gallardo-.

Tampoco es casualidad que casi todos los artistas presentes en ‘Veo/Geo’ comenzaran su carrera artística a principios del presente siglo, apostando por una pintura figurativa y de fuerte carácter narrativo. Estos vínculos, impulsados en la mayoría de los casos por coincidencia generacional, han provocado la interrelación de los aspectos identitarios de sus trabajos.

Esta correspondencia, aunque no esté presente de una manera directa en las obras expuestas, nos hablan de lo que ha podido generar esa posible tangencialidad. Es quizás esta “pseudoabstracción geométrica” -si se permite el término- una reacción a la presencia de lo barroco en la pintura sevillana, una búsqueda que abreva directamente de una necesidad de ordenamiento de las formas y de una exigencia por parte del espíritu creador del empleo de un lenguaje universal, como es la exactitud de la geometría.

Esto se hace presente en las piezas de Fernando Clemente incluidas en la muestra, ‘Mesita única e inútil’ y ‘Sobre Post-Op’ (2014), donde vemos ese salto de lo narrativo a la experimentación con las formas. Del mismo modo, este experimento con las estructuras se materializa en la obra de Miki Leal, ‘Tangram 1’ (2013), que, aunque ya estuvo en la exposición `Plato Combinado´ del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC), pretende aquí mostrar de nuevo las posibilidades de las figuras geométricas planas.

Por su parte, Rubén Guerrero, con sus piezas tituladas ‘S.T.’ (2009) y ‘S.T.’ (2014) nos descubre su mundo escenográfico accidentalmente cargado de formas rigurosas, que no hacen más que aportar misterio y generar curiosidad en el espectador. Algo semejante nos propone Cristóbal Quintero (Sevilla, 1974). Su ‘Escalera’ (2013) y ‘Planta’ (2014) desafían a la perspectiva, destacando sobre el paramento de color negro mediante un juego de sombras. 

A pesar de todas estas interrelaciones entre la mayoría de los artistas, encontramos algunos casos que se salen de este rosario de “casualidades”.  Se trata de Lola Berenguer (El Ejido, Almería, 1965), Pablo Martínez Conradi y Mercedes Pimiento (Sevilla, 1990), la artista más joven de la exposición. Además, sus trabajos incluidos en la muestra son muy personales, empleando un lenguaje que resulta, en parte, diferente a los demás expuestos.

Berenguer, con dos piezas de la serie ‘Pequeñas tablas’ (2014) y con otra titulada ‘El mundo, después’ (2014), nos revela la esencia de su lenguaje, la abstracción geométrica. La instalación de Martínez Conradi, titulada ‘Listones de madera’ (2014), nos habla de la relación entre los objetos y el entorno que los contiene. Pimiento, por su parte, con ‘Caja’ y ‘Pieza 25’, ambas realizadas en 2014, nos muestra la geometría, de una manera íntima y delicada, en su formato más ordenado y calculado, relacionándola con la propia materialidad y la escala.

Aunque es incuestionable que cada producción presenta unas características concretas, es cierto que en sus trabajos recientes se detectan sincronías que permiten su agrupación. Por lo tanto, la existencia de geometría en la obra de cada artista es personal y en ocasiones fortuita, constituyéndose como un punto de encuentro donde poder analizar el estado actual de un arte nacido de la misma generación.