BELÉN - ANDREA CANEPA - MAURO CERQUEIRA - MIKI LEAL - JUAN LÓPEZ - MAIDER LÓPEZ - CARLOS MACIÁ - TOBIAS REHBERGER - FERNANDO RENES - MIGUEL ÁNGEL TORNERO > El público
Comisaria > Virginia Torrente
Centro Federico García Lorca - Granada
Hasta el 18 de octubre de 2015
En el año 2008 tuvo lugar en la casa-museo Federico García Lorca la última gran exposición de Arte Contemporáneo que abordaba la figura de uno de nuestros poetas más universales. En un ambiente íntimo, el comisario de la exposición Hans Ulrich Obrist se preocupó de reavivar el fuego de lo lorquiano haciendo convivir con su legado a una serie de artistas de renombre internacional que dió como resultado esta exposición llamada `Everstill / Siempretodavia. Artistas contemporáneos en la Huerta de San Vicente´. Fue un evento que duró más de un año y que situó a Granada como centro neurálgico de lo que pasaba en Andalucía en aquella época. Era el momento previo a la crisis, cuando corría el dinero a raudales y las grandes exposiciones y bienales andaluzas captaban la atención de propios y extraños; parecía que algo estaba cambiando dentro de un panorama cultural estático y caduco.
Hoy, en septiembre de 2015, todo aquello quedó atrás, y en la Huerta de San Vicente no hubo ni más exposiciones, ni más artistas, ni más interés en reavivar el lugar que vio a Lorca crecer, tan sólo una pequeña exposición de fotografía que hizo un recorrido de los años que el poeta vivió allí, como si todo lo anterior hubiera sido un sueño. Pero algo subyació de todo aquello, un proyecto para la construcción de un centro cultural, creado para albergar su obra, recientemente inaugurado después de varios años de retraso, y que, a día de hoy, no contiene aún su legado por desavenencias políticas entre unos y otros.
Con todo, la exposición `El Público´, comisariada por Virginia Torrente, encargada de abrir el programa cultural de este centro, resulta del todo adecuada. Parte de la figura del poeta para ir tejiendo un entramado de relaciones que se inician en el trabajo de los artistas y continúa con la interacción que sus obras tienen con lo arquitectónico y el público; sí! sí! el público, porque en esta primera exposición, “El Público” es el protagonista de la acción. Una acción que se desarrolla a lo largo y ancho del recorrido, haciendo confluir con él la mayoría de las piezas site specific creadas para esta exposición. Esta distribución le confiere al edificio una especie de personalidad cambiante dando la sensación de que estuviera aún por hacer.
El carácter escultórico y minimalista de la obras de Juan López (Alto Maliñao, Cantabria, 1979) y Carlos Macía (Lugo, 1977), entronca con otras de corte más expresivo con clara alusión a la figura de Lorca como pueden ser las de Belén (Valladolid, 1981), Miki Leal (Sevilla, 1974) o Fernando Renes (Covarrubias, Burgos, 1970). Un acercamiento a la figura del poeta desde su intimidad -ya sea adentrándonos en la fisicidad de su hogar o bien poniéndonos literalmente en su pellejo- o a través del interés recuperado por lo folklórico, algo que Lorca siempre defendió. Se atisba también un interés por la ciudad en las obras de Mauro Cerqueira (Guimaraes, Portugal, 1982) y Andrea Canepa (Lima, Perú, 1980) que realzan el valor de lo cotidiano a través de una serie de objetos encontrados, que de un lado aparecen monumentalizados, y de otro, rescatados del olvido en una pieza de idas y venidas.
Fotografías de `The Ramdon Series´ de Miguel Ángel Tornero (Baeza, Jaén, 1978) o una serie de máscaras de Tobias Rehberger (Esslinger, Alemania, 1966), llamada `Me as You III´ completan esta exposición y sirven para ilustrar el alto nivel de las obras aquí cobijadas; en un espacio que, en palabras de la comisaria «está por formar, por crearse», y que dependerá del público la decisiva tarea de tomarlo. Un lugar construido para la ciudadanía y que aún está por ver. Desde luego con exposiciones así el camino se antoja más corto que largo, pero dependerá mucho de la continuidad de la programación y el nivel que ésta mantenga. De todas formas, me atrevo a decir que Granada está de suerte, ya que no todos tienen la fortuna de contar con un contenedor tan atractivo como es el nuevo Centro Federico García Lorca.