Madrid, Puerta del Sol: un bullicio extremo inunda la plaza en la que se mezcla un sinfín de personas de todas las edades, nacionalidades y estilos. Entre ellas, la presencia juvenil sobresale pero no en su unidad generacional, sino en su multiplicidad de apariencias: pijos, hipsters, canis, raperos, rockeros… En realidad se trata de una constante que en el fondo poco tiene de novedad. Las modas, las tribus urbanas o los grupos sociales entre los jóvenes se mantienen en el seno de nuestras ciudades  formando parte indisoluble de su carácter, ¿o no?

Es esta cuestión la que Miguel Trillo pretende analizar a través del objetivo de su cámara. En esta exposición parte de un punto de referencia habitual dentro de su obra, la periferia de Madrid, y añade otros centros tan distantes respecto a nuestra capital como entre sí, como Hanói, Casablanca o Los Ángeles.

Primero se suceden los centros periurbanos de Madrid durante los años ochenta. En una clara evocación al pasado con el tratamiento de esta serie en blanco y negro, se presenta una colección de rostros anónimos que de repente cobran vida cuando encuentras a un visitante que se reconoce a sí mismo y a la realidad a la que perteneció, una realidad viva y cambiante que las imágenes de Trillo documentan y permiten no solo que el “Snow” de entonces reviva su juventud, sino que nosotros descubramos nuestra herencia del pasado. El siguiente núcleo de la muestra basado en Estados Unidos, Marruecos y Vietnam se introduce a través de su principal activo, el fuerte colorido que reproducen en toda su contemporaneidad imágenes tomadas a lo largo de un trabajo que inició en 2010 y ha concluido en 2014. ‘Costa Este – Costa Oeste’, es el punto fuerte de la reflexión que supone el conjunto de este proyecto, el lazo que vincula países de una base cultural tan distinta, como la materialista norteamericana y la tradicional musulmana, a través de la extensión de las diferentes tendencias de sus tribus urbanas.

Esta exposición comisariada por Javier Díez puede considerarse una transposición de la carrera del propio fotógrafo. Miguel Trillo desde hace más de cuarenta años viene desarrollando un proyecto ininterrumpido de observación que tiene por resultado un alto valor documental y artístico. Desde el ámbito local madrileño, se ha ido extendiendo hacia diferentes puntos del mundo en busca de una visión global que le permita sacar sus propias conclusiones que viene a exponer aquí: la globalidad de la vida y la sociedad del mundo contemporáneo que viene dándose desde hace décadas.