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DIONISIO GONZÁLEZ, RETORNO A LA ARCADIA
por Ismael Ábrego Publicado el 02 de Junio de 2015

DIONISIO GONZÁLEZ > El jardín forcluido

Sala EP1 (CICUS) - Sevilla
Hasta el 25 de junio de 2015


Puede afirmarse que la aparición de la arquitectura, entendida como un proyecto de ámbito social y no ritual, es un hito indicativo del comienzo de la propia civilización frente al orden tribal, hasta el punto de que puede establecerse una relación de igualdad entre ambos términos; la construcción en el neolítico señala el surgimiento del protoestado y de la política, marca el inicio de la ordenación racional del territorio circundante al asentamiento y de sus habitantes. Tal acto civilizatorio puede ser entendido tanto como una acción de dominación sobre la naturaleza y las personas, como una aspiración de utopía y progreso inherente al ser humano.

La arquitectura es a la vez expresión y en cierto modo determinación del carácter de una sociedad. En una primera instancia el hombre intenta sobreponerse a las adversidades del entorno, trata de resistir a las veleidades de los fenómenos naturales; al mismo tiempo la incipiente estratificación de las clases sociales se vuelve física en el plano urbanístico, baste mencionar la ciudad mesopotámica o la mesoamericana donde el rey-dios se eleva desde una pirámide central sobre sus súbditos, donde incluso la propia ordenación de las vías respondía a este esquema concéntrico de adoración y vasallaje. En la dirección opuesta encontraremos el esquema estadounidense o centroeuropeo donde, más allá de los centros comunales, cada familia ocupa una porción de tierra separada donde poder afirmar su individualidad e independencia. Otras formas urbanísticas, como por ejemplo la medina magrebí, busca defenderse del estado (y del calor) mediante un intrincado y estrecho laberinto de callejones y puertas sin número. Aquí, al contrario, no se defiende el valor del individuo, sino la protección que ofrece la comunidad familiar y vecinal ante el peligro y la necesidad. La edificación es por lo tanto un importante vector de la política y una poderosa herramienta en la consecución de un ideal humano.

La obra de Dionisio González (Gijón, Asturias, 1956) aborda todas estas dicotomías, cruzadas siempre por la necesidad de aquella utopía, en ellas reflexiona el cómo habitamos nuestro entorno e idea alternativas, realizables o no -no importa-, que animan al espectador a cuestionar e imaginar otras posibilidades. A lo largo de su carrera ha recorrido diversas localizaciones con diferentes problemáticas para las que ha proyectado soluciones ad hoc; para su serie ‘Favelas’ (2004-2007) viaja a Brasil, allí concibe opciones constructivas innovadoras, integradas en la estructura de las barracas de los depauperados y abandonados suburbios, con ellas propone incluir al habitante en la comunidad urbana y atraer la inversión de capitales públicos y privados que reviertan en sus vecinos. En la misma línea, para su serie ‘Halong’ (2008-2011) se traslada al Vietnam, donde rescata y pone en valor las estructuras palafíticas que de allí son tradicionales y que, debido a un malentendido progreso, están amenazadas con desaparecer. En ‘Dauphin Island’ (2011) en cambio el enemigo no es un estado ausente o corrupto, sino una naturaleza inclemente; la costa atlántica estadounidense es asolada habitualmente por huracanes que se llevan consigo las pertenencias y las vidas de sus pobladores, para evitarlo concibe edificaciones bunkerizadas de sugerentes formas ovoidales que facilitan el paso de los vientos. Otro elemento que puede llevar a la decadencia cultural de un tejido urbano es la excesiva mitificación y consecuente fosilización del mismo, este es el caso de ‘Venecia’ (2011); en él recrea diversas propuestas que famosos arquitectos del siglo XX idearon para la conocida ciudad, pero que precisamente por un afán de conservación, nunca se llegaron a realizar.
 
A esta misma línea de trabajo responde la presente exposición dispuesta en la sala EP1 del CICUS y enmarcada dentro del festival UBICUA15 de arte y creación digital. Retoma para ello el manifiesto ‘Non-Plan: An experiment in Freedom (1969), texto formulado por un grupo de arquitectos que propugnaban el rechazo al racionalismo y pragmatismo de los modelos anteriores. Supuso una rebelión contra la norma establecida; una afirmación optimista en el progreso, en una edificación libre y heterodoxa, sensible con su entorno, de mínimo impacto; planificaba una construcción fantasiosa e imaginativa pero atenta a la habitabilidad, a las necesidades de su morador. Ahora la arquitectura se ha emancipado de aquella aspiración de dominio, de lo natural y de lo humano, la utopía ya es la de volver como hombres libres a la Arcadia feliz de la que fueron expulsados.

‘El jardín forcluido´ se estructura a través de sus dos últimas series: ‘Inter-acciones’ (2013-14) y ‘Trans-acciones’ (2014-15), esta última recién producida para la Bienal de Fotografía de Córdoba. En ellas, el interrogante vuelve a recaer sobre la relación del hombre con la Naturaleza, pero esta vez no desde el afán domesticador o la necesidad de perduración, sino mediante el retorno nostálgico a su seno, no exento de distopía. Ambas series, expuestas en diálogo frontal, muestran un dimorfismo: ‘Inter-acciones’ se presenta en un formato pequeño que recurre al blanco y negro, en ella la desazón tomará lugar discursivo. Este sentido de extrañamiento y semiruina envuelta por una naturaleza triunfante nos evocará una ficción que comienza más allá del futuro, pero en vez de ser este un vaticinio pesimista, lo descubre como el lugar donde se fragua una imaginación creadora de nuevas posibilidades. En ‘Trans-acciones’ por otra parte, retoma el color; con él nos trasladamos al campo de lo posible, de lo habitable; es difícil aquí no rememorar la casa de la cascada de Frank Lloyd Wright. La habitación se funde con respeto en su contexto vegetal, sus formas son volubles e irregulares, generando con ellas espacios de escala humana cuyo carácter se transformará al ritmo de los fenómenos naturales. Ante su visión el espectador fácilmente recorrerá sus estancias y fantaseará con posibles vivencias bajo su sombra. Estas dos series se ven acompañadas de unas llamativas holografías y maquetas que descubren la proyección de alguna de estas edificaciones en un plano tridimensional, suponiendo este un valioso auxilio didáctico para concebir la materialidad de la propuesta arquitectónica.

PRESENTE CONTINUO - Sevilla (España) - 2015 - ISSN 2444-5231
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