Nuestro conocimiento acerca de la realidad artística comienza por los ojos. Somos capaces de verlo todo pero, a la vez, nada. La vista nos facilita la apertura a lo contemporáneo, ya que este sentido nos proporciona la capacidad de generar nuestra propia concepción sobre el arte. El punto de vista está íntimamente ligado al autor, a su actitud ante la realidad y a su forma de percibir las cosas. Nicola Abbagnano, filósofo italiano, sostenía: "La realidad se presenta dividida en perspectivas que son tantas cuantos son los individuos; en cada una de ellas entra la sensibilidad, la imaginación, la inteligencia, el deseo y la valoración del individuo"¹.

Almudena Lobera (Madrid, 1984) expone, por primera vez de forma individual, en el Espacio de Creación Contemporánea de Cádiz (ECCO), una completa muestra titulada ‘Instrumentos visionarios. Perspectógrafo, pospretérito y claroscuro’ que despliega el resultado de un amplio proyecto que inició en el año 2010 y concluyó en 2014. El discurso expositivo se articula en dos salas, la nave 9 y la nave 10, donde se ha planteado un excelente y cuidado montaje, capaz de crear ritmo y misterio al mismo tiempo. Cada uno de estos espacios está dedicado a un tema específico. La primera exhibe las piezas relacionadas con la luz-sombra. Nada más entrar, encontramos un recorte de periódico de pequeñas dimensiones en el que se puede leer: «Vidente. Desde niña». De forma breve y directa, la artista nos revela su innata naturaleza artística. Un cubículo negro alberga ‘Red del Espacio Profundo’ (2012), un telescopio que apunta a la pantalla de un ordenador donde aparece la galaxia Andrómeda. Un ejercicio de observación que nos invita a contemplar en la lejanía aquello que se ha convertido en una imagen cotidiana y habitual en la inmensa mayoría de hogares y puestos de trabajo -los españoles somos los ciudadanos europeos que más tiempo se pasan delante de la pantalla del ordenador: más de 7 horas diarias-.

Seguidamente se percibe el sonido del mar. La videoinstalación ‘Un espectáculo para la vista’ (2011-2012), muestra un telón rojo enmarcando la vista del mar y un grupo de personas disfrutando de la playa, permitiendo a los visitantes formar parte de una escenografía que la artista realizó. De esta forma, logra la conversión de algo tan usual como gozar de un día soleado a la vera de la orilla y transformarlo en un número artístico en la que nosotros, los espectadores, somos el público.

La segunda parte de la exposición, en la nave 10, está dedicada a la perspectiva. La visita se torna en trampantojo, en una experiencia visual que manipula la percepción del espacio y lo recrea, propiciando las relaciones con las obras y favoreciendo la creación de nuevos significados. Marcos de ventanas en suspensión proyectan sombras en la pared, lo que da lugar a la confusión y a la ambigüedad. La pieza expuesta puede entenderse de varios modos. Presenta la posibilidad de admitir distintas interpretaciones, no hay determinación ni límites. ‘La reconquista del espacio’ reproduce los marcos de algunas pinturas representativas del Museo del Prado eliminando la imagen pictórica. Interesa una visión distinta de lo que se expone, analizar con otra mirada la realidad oculta que tenemos frente a nuestros ojos. ‘You remain here’ (2010) permite al espectador verse reflejado en un espejo cubierto por un visillo y, por unos instantes, formar parte del proyecto. 

A veces nos cuesta discernir varios puntos de vista y analizar otros planos. Estamos habituados a mirar las cosas desde una misma perspectiva.“Los árboles nos impiden ver el bosque. Este dicho popular sirve de ejemplo para expresar la necesidad de tomar distancia para observar correctamente. Almudena Lobera propone la percepción de imágenes que representan “realidades no visibles”. Colocar las cosas en perspectiva requiere la capacidad de reconocer las diferentes partes que lo conforman, la manera en la que se relacionan entre sí y comprender, finalmente, su verdadera importancia. 

Esta propuesta visual busca la trascendencia de la realidad ordinaria e invita a liberalizar la mirada. Busca crear un nexo de unión entre el pasado y lo que acontecerá en un futuro próximo, además de indagar sobre las propiedades instantáneas y virtuales de la imagen, tan presente en la actualidad.

¹ ABBAGNANO, Nicola, Historia de la Filosofía. Barcelona, Ed. Montaner y Simón, 1973.