Su pintura, anclada en un inicio a la tradición figurativa, da un giro hacia la abstracción al ponerse en contacto con las vanguardias de los años cincuenta. En 1957 expone por primera vez sus telas metálicas en una muestra que sería también la primera del grupo ‘El Paso’, del cual formó parte. La representación de la dualidad espacio-luz es fundamental en su obra, aprovechando todas las posibilidades expresivas del material para dicho cometido.