Desde la abstracción, apuesta por la simplicidad formal, confiando al color la carga emocional de sus obras, por influencia de Josef Albers y Rothko. Sin embargo, tal simplicidad es sólo aparente, estando su pintura cargada de lirismo y sensaciones, como sugieren los títulos que da a sus obras. También practicó la escultura y en los últimos años el dibujo ha ocupado una posición central, desbordándose con obstinación en papeles de gran formato, que a veces se retuercen y arrugan, explorando sus posibilidades expresivas, en su intento por hacer reaccionar al espectador. Su importante labor como comisario y museógrafo le lleva a conceder importancia a la interacción entre las obras y el espacio, a la creación de atmósferas que envuelven la obra y sugieren al espectador.