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YAN PEI-MING, UNA HISTORIA DE VIOLENCIA
por Regina Pérez Publicado el 23 de Abril de 2015

YAN PEI-MING > No comment

Centro de Arte Contemporáneo - Málaga

Hasta el 14 de junio de 2015

 

El filósofo moderno Thomas Hobbes describía la naturaleza humana como esencialmente violenta. Vivimos en un estado permanente de guerra que nos obliga a enfrentarnos al resto de individuos para alcanzar ciertos beneficios. En un ámbito plenamente amoral, el único obstáculo que se interpone entre nosotros y nuestros deseos es la oposición de los demás, por ello Hobbes anunciaba: "el hombre es un lobo para el hombre". La voracidad del ser humano y sus dolorosas consecuencias se convierten en los temas principales de `No comment´, la primera exposición individual de Yan Pei-Ming (Shanghai, 1960) en España.

Para esta muestra, el CAC Málaga ha reunido 26 pinturas de gran formato que nos sumergen en la mirada traumatizada de quien ha experimentado una de las múltiples historias de violencia que acontecen a diario. Por ello, el retrato tiene gran presencia, siendo los rostros de sus protagonistas los que nos hablan de la tragedia de la guerra, la frialdad de la muerte o la pérdida de la inocencia. En palabras del fotógrafo Richard Avedon "conozco a las personas por sus retratos, estos poseen una verdad de la que carecen en persona". Esto es precisamente lo que consigue Pei-Ming, traspasar la barrera física para ahondar en la psique del sujeto, descubriéndonos así, la desconfianza pueril en los ojos del maestro Picasso, la ira contenida en los labios del Papa Inocencio X -al cual dedica una serie que penetra en su enigmática tensión-, y la desesperanza de un niño abandonado en pleno conflicto bélico (`Help!´, 2011). Todos ellos, protagonistas de nuestra historia, son la fiel crónica de una contemporaneidad convulsa y en continuo desequilibrio.

La violencia en el mensaje y también en la técnica. Las injusticias que Yan Pei-Ming plasma provocan la furia del propio artista, lo cual se traduce en arrebatos agresivos sobre el lienzo. Los trazos pasionales, las salpicaduras y los emplastes de óleo nos sitúan ante una pintura muy emocional que describe la frustración e impotencia de quien está bregando con la sinrazón. Podemos entender que el artista utiliza la pintura como acto catártico, una acción chamánica o purgante que le permite deshacerse de ciertos pesares. Una paleta de color reducida acentúa, más si cabe, ese sentimiento ascético. Negro, blanco y rojo son las tonalidades predominantes, tres colores cargados de simbología que buscan no entretener al espectador, conducirlo directamente al meollo del asunto, aunque en algunas ocasiones Pei-Ming utiliza el color para enfatizar el dramatismo de la escena, lo cual es evidente en `Exécution, après Goya´ (2008) obra en la que un rojo sangre estalla convirtiendo los fusilamientos del tres de mayo en una matanza encarnizada y delirante.

`No comment´congrega hechos cruentos de carácter histórico, como el anteriormente citado, la crucifixión de Cristo (`Crucifixion´, 2015) o la Guerra del Líbano (`LebaneseChild´, 2006), con otros de carácter autobiográfico y personal. Mediante el autorretrato, el artista reconoce ser una víctima más de ese entramado agresivo y brutal, que alcanza en la muerte su máxima expresión (`Père de l`artiste à la morgue´, 2004).

Aunque de origen oriental, Yan Pei-Ming ha crecido bebiendo de los grandes maestros del arte universal. La pincelada suelta de Velázquez que en las distancias cortas abstrae y en las largas concreta, el compromiso político de Goya o la violencia contenida en las obras de Giacometti y Bacon. Pei-Ming es un artista inclasificable, alejado de esos tópicos asiáticos tan explotados por sus compatriotas. Tal y como él se autodefine "con raíces, pero sobre todo con alas".

PRESENTE CONTINUO - Sevilla (España) - 2015 - ISSN 2444-5231
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